5 MESES DE CAMBIO SOCIAL
Análisis retrospectivo personal de lo vivido tras el 15M.
Recuerdo perfectamente que durante las manifestaciones del 15M en todo el estado bajo el lema de Democracia Real Ya, No somos mercancías, se vivió un ambiente especial. No sólo fue un éxito de convocatoria sino que además la actitud de los asistentes no fue la habitual de paseo de procesión de domingo de ramos y para casa sino que cuando se acabó la lectura del comunicado final de la manifestación la gente se quedó como esperando algo más tangible, una solución, algo que hacer. Había predisposición a no quedarse sólo en las palabras bonitas, se notaba que había verdadera desesperación porque la situación de nuestras vidas cambie. Pero no había respuesta inmediata, la manifestación se disolvió alegremente, más despacio que en otras convocatorias, pero al final regresando a casa sin saber qué hacer.
La misma pregunta de qué hacer que las fórmulas tradicionales no han satisfecho como opción convincente nos la hemos hecho la militancia durante años en distintas organizaciones, que algunos llevamos a la espalda, y no hemos conseguido respuestas rotundas a esa pregunta. Quizás nos ha acercado las pautas, las necesidades, pero no la respuesta para una población cansada de más de lo mismo y bastantes desengaños.
Pero la noticia del desalojo de una sentada en la puerta del Sol de Madrid se asumió como respuesta cuando todos nos estábamos haciendo la pregunta de ¿y tras la mani qué? En todas las ciudades, grupos de amigos, grupos de redes sociales, personas que estaban un poco a la expectativa de lo que saliera en los medios nos planteamos secundar una acción en solidaridad con los desalojados en Sol. Y ahí que arrancamos tod@s a reunirnos en nuestras principales plazas para decidir cómo actuar.
Parecíamos pocos, pero decididos, y aún así tuvimos la determinación de, aún de manera personal, independiente y sin plataformas ni organizaciones, dormir en la plaza en señal de protesta y como posible arranque de algo que desconocíamos.
Qué decir que en mi caso, en mi ciudad, a la mañana siguiente pensábamos que no iba a servir de nada, que nadie acudiría al llamado, que habíamos perdido el tiempo. Pero no, de la primera noche que nos reunimos unas 60 personas y nos quedamos a dormir 12 pasamos a una primera reunión / asamblea de 150 personas en la tarde.
Al día siguiente fuimos 300 y tuvimos que solucionar problemas legales, de logística, de organización y dar respuesta a la expectación que la población tenía de lo que estábamos haciendo. Fue una responsabilidad que todos acogimos con gusto, personas que nos estábamos conociendo en la plaza, que no estábamos durmiendo más de 4 horas al día, que estábamos ahí sólo por disponibilidad de tiempo y convicción de la necesidad de hacer algo. Ese algo fue definiéndose sobre la marcha, según veíamos cómo salían las asambleas, la creación de comisiones, la participación de la gente, la solidaridad para con los materiales y alimentos que voluntariamente y de manera anónima traía la población.
Así fuimos creciendo de manera exponencial de 300 a 500, luego 1500, pasamos a 3000 y así sin parar hasta llegar a 15000 personas con la locura que suponía hacer asamblea con toda la plaza de mi ciudad llena de personas con necesidad de hablar y exponer sus quejas al sistema político y económico que sufrimos.
Las elecciones marcaban el protagonismo de las acampadas, nos quisieron encasillar como un movimiento coyuntural dentro de la protesta por la falsa democracia e injusticias en el sistema de proporcionalidad ya que nos alzábamos al grito unísono de "¡ Qué no, qué no, qué no nos representan !" y con lemas centrados contra el Bipartidismo.
Dimos la sorpresa al prolongar las protestas y la acampada más allá del marco electoral, porque nuestra denuncia es más profunda, queremos dejar al descubierto la raíz, necesitamos que todos veamos el origen del problema global: el sistema capitalista.
La amplitud y variedad de espectros sociales que se dieron cita los primeros días en las plazas fue muy enriquecedora en cuanto acercamiento de posturas, debate y solidaridad de toda la sociedad en general. Estábamos en la situación de defender la voluntad de la mayoría de la población frente a esa minoría que estaba tomando decisiones que perjudicaban a toda la sociedad, violaba el marco de la soberanía nacional y afectaba a la independencia de los pueblos.
Pero la principal crítica que se nos hacía era que no nos definíamos, que no llevábamos propuestas concretas, ni éramos un partido ni una opción política. Por supuesto el movimiento del 15M o indignad@s, o como se le quiera llamar, no surge como alternativa política sino como movimiento crítico. Nuestro objetivo no era ser una opción institucional sino articular la comunicación entre individuos para que a través del debate social se cree el proceso pedagógico colectivo que nos haga ver el origen de todos los problemas políticos y económicos actuales. Las acampadas fueron la liberación del espacio público para crear debate social mediante ágoras y asambleas. Esos objetivos ya han sido cumplidos. Incluso después de que el gobierno desalojara las acampadas seguimos manteniendo el espacio público como lugar de reunión y debate, la sociedad ha empezado a hablar de los problemas económicos reales y la prensa se ha visto obligada a dejar de enfocar la atención sobre banalidades políticas y poner en portada cuestiones cruciales del sistema político y económico. La crisis financiera ha supuesto un duro golpe para muchas personas que creían que este sistema económico funciona pero el 15M ha creado el espacio y la oportunidad de reflexionar sobre el mundo que estamos viviendo. Los lemas de cabecera de la manifestación del 24 J en Madrid, un día después de la llegada de las Marchas Populares Indigandas ( “No es una crisis, es el sistema”, “No es crisis, es que ya no te quiero “ y "Todo el poder para el pueblo" ) marcan claramente el nivel de comprensión global que hemos estado impulsando desde las charlas, vídeos, debates, actos y manifestaciones en el movimiento 15M.
Cuando desalojaron por orden policial las plazas de todo el estado español no caímos en la provocación policial, seguimos manteniendo nuestros principios de No violencia y demostramos capacidad de iniciativa e innovación realizando Marchas populares de indignad@s no sólo hacia Madrid sino después a Bruselas para llevar las protestas populares a los centros políticos y conocer la realidad de poblaciones del interior que no suelen tener voz en la política nacional e internacional.
Este empeño por la comunicación ha venido marcado por una generación muy especial, una generación acostumbrada a la interacción y el intercambio libre de información de Internet. Un espacio de comunicación que apenas lleva unos años sufriendo la intrusión e intento de control del capitalismo sacando leyes en todos los países que impongan la defensa de la propiedad privada de los medios y de la información en Internet.
Afortunadamente ha ocurrido también lo contrario, ha habido un proceso de osmosis de los hábitos comunitarios y libres de la práctica diaria en las redes hacia el mundo real. Y se ha producido un choque conceptual, de la transparencia, inmediatez, horizontalidad, interacción y libertad de expresión de la red a la opacidad, lentitud burocrática, verticalidad del poder, silencio y represión del mundo político y social real impregnado por todas partes de la defensa de la propiedad privada, sus leyes y su sistema económico donde la transparencia es una molestia a la hora de hacer ganancia.
La misma batalla entre un Internet libre y comunitario o un Internet controlado por las corporaciones y la propiedad privada se ha estado produciendo en el campo de las ideas en el mundo real desde hace siglos. Lo que ha pasado es que personas que han podido catar un poco de esa libertad y esa sociedad comunista en Internet sentimos que lo queremos ya en la vida real, donde las personas puedan cooperar y decidir sobre lo que nos atañe a tod@s.
El problema es que no existe un manual de procedimiento para cambiar la sociedad, la sociedad es cambiable, el cambio es la única constante en el universo, pero cada generación hace la revolución según sus características propias. ¿ Y cuales son las características contemporáneas ? Las mismas que el capitalismo ha ido globalizando en todo el planeta. El FMI ha impuesto las mismas medidas neoliberales de recortes y liberalización de precios en todo el mundo desde la caída del bloque Soviético, las leyes y políticas aprobadas en las últimas décadas han ido desprotegiendo los estados y sus sociedades frente a las decisiones de los mercados. Y cuando se ha producido el lógico caos organizativo de la carrera por los grandes beneficios en poco tiempo ha llegado la crisis que de tanto maquillarla y falsearla se ha convertido en una gran crisis de economía virtual frente a la economía llamada real (0,5 % del total actual). Y una vez más se repite la historia, como farsa por supuesto, produciéndose una crisis que destruye empleo, genera hambre, pobreza y desigualdades, pero que deja a las grandes corporaciones con todo el mundo de rebajas a sus pies pudiéndose expandir y controlar todo a su antojo. Vivimos un momento histórico en el que la población ha visto como los mercados extorsionan y secuestran la voluntad política de los representantes de los estados. En el que la voluntad de los mercados chantajea y amenaza las decisiones soberanas de los estados-nación.
¿ Y qué hace esta generación ante esta situación ? Pues lo mismo que ha estado haciendo en la red cada vez que tiene un problema: busca ayuda. Busca ayuda en otros habitantes, otras plazas, otras generaciones, preguntando, interactuando, debatiendo, buscando herramientas e iniciativas que parezcan dar respuestas.
Se han juntado en las plazas personas de todas las generaciones, de distintas organizaciones políticas, personas sin ningún tipo de afiliación, todas las personas que han sentido la necesidad de hacer algo se han unido sin ningún tipo de exclusión más allá de los prejuicios de cada uno y de la disponibilidad de tiempo y espacio para acudir a las reuniones o asambleas que no sean por la red.
Se ha vivido un auténtico frenesí, una ebullición de propuestas, de ideas, de acciones, de comisiones y grupos de trabajo. Pero una vez más la marca generacional ha hecho que se profundice poco a largo plazo en la articulación de poder popular para poder crear al mismo tiempo que se actúa. Durante 5 meses apenas hemos podido descansar algún día suelto.
La misma heterogeneidad social ha apartado discusiones clave por temor a un enfrentamiento entre posiciones y visiones del mundo dispares. Cada vez que se debatía sobre principios programáticos, decálogos, demandas o posiciones políticas se acabó discutiendo sobre el sexo de los ángeles durante horas produciendo rechazo en la población común y sobretodo en las personas que no tienen tanto tiempo libre como para pasarse días enteros de debate en las plazas.
Ya se han cumplido varios objetivos sociales y políticos: hemos conseguido resaltar la crítica al sistema económico, hemos conseguido dar voz a la indignación política, hemos dado a conocer las justas demandas de reformas legales y electorales, hemos abierto la calle al debate público, hemos conectado a la sociedad ( tanto desde la red como en la calle y en los pueblos cara a cara ), etc.
Pero el tiempo corre, cada vez más personas estamos sin vivienda, sin trabajo, sin salario, sin ayudas, sin medios de subsistencia al fin y al cabo. La solidaridad social entre familiares y amigos está siendo puesta a prueba ante la dimensión del problema. Es casi imposible encontrar a alguien que no tenga familiares y amigos afectados por la situación económica que estamos viviendo en España.
La responsabilidad histórica que tenemos los que nos hemos levantado en pro de una alternativa nos obliga a ir dándole forma a esa alternativa acorde a las necesidades de la población. Nos corresponde crear, tejer, no sólo espacios de participación sino también soluciones. No podemos exigir a gobiernos corruptos, a gobiernos que no nos representan. Tenemos la obligación de crear herramientas de cambio social cuanto antes para poder sobrevivir y enterrar el capitalismo. El sistema capitalista no caerá sólo, tras unos años saldrá fortalecido, de nuevo fluirá el capital tras sobrarle a las grandes corporaciones y se crearán multitud de negocios pero con una población mundial mucho más dividida, más empobrecida, más barata y con muchos menos derechos sociales.
Si queremos cambiar debemos enterrar el sistema actual creando alternativas económicas que incluye modos de vida, sistemas de intercambios, una producción diferente, etc pero si además queremos ganarle la partida al capitalismo deberemos usar todas las herramientas a nuestro alcance y eso incluye los 3 poderes al servicio de la población.
Por tanto nos queda mucho trabajo por hacer aún por delante y es urgente en estos momentos estructurar el poder popular de las asambleas de manera que sean inclusivas y voz de la mayoría de la población, de manera que estén en continua comunicación entre ellas. La misma solidaridad conciudadana que hemos vivido en las plazas debe producirse entre barrios, pueblos, provincias, estados, naciones, etc Porque sólo unidos podemos conseguir cambiar las cosas, sólo mediante la unión tendremos la fuerza necesaria para todos los objetivos que nos marquemos.
Esa es la razón por la que este 15 de Octubre, 5 meses después del 15M, hacemos un llamado mundial a la movilización por un cambio global. De la misma manera que los países subdesarrollados han sufrido el colonialismo capitalista de las instituciones internacionales y del abuso de condiciones de los centros de poder económico y político del mundo, la población trabajadora de todo el globo estamos viviendo las condiciones de marginalidad y explotación de este sistema económico en crisis. La unión entre la población mundial es necesaria para que la solución a la crisis a nivel local de un mundo privilegiado no suponga la permanencia de la injusticia en otros lugares del planeta.
La unión global de las luchas sociales y de la población mundial es la única que puede dar paso a una sociedad que se pueda plantear retos que nos afectan a todos como luchar contra la hambruna, la pobreza, la guerra, la explotación económica, mantener el equilibrio medioambiental, garantizar el acceso al conocimiento, el acceso a la tecnología, el acceso a la vivienda, el acceso a una cobertura médica completa y asegurar el reparto de la riqueza.
Tras pasar el charco y ver que en EEUU están asumiendo la lucha también como propia desde el arranque de la campaña "Toma la Bolsa" del 17 de septiembre, sabemos que estamos porfin conectando entre distintas culturas y no únicamente la mediterránea como venía siendo desde la primavera árabe.
El 15M acepta el reto de la lucha mundial y convoca a las acciones/manifestaciones preparadas en todo el mundo bajo el lema “Unidos por un cambio global” al estilo del cántico popular : “¡ De nooooorte a Suurr, de eeeeeeste a oestee, la lucha sigue, cueste lo que cueste !”.
Así que seguiremos adelante !
Info de los convocantes ( DRY ): http://15o.democraciarealya.es/
Nos sumamos pobreza cero, 15M, CGT, otros movimientos sociales y ciudadanos hartos de aguantar esta situación.
fue bastante gente por lo que se ve... hay muchos que apoyan este tipo de gobierno. paginas web
ResponderEliminarwow que tumulto de gente.. pero es feo que tengan que salir tantos a reclarar sus derechs, eso es sinonimo de que las cosas van de mal en peor. casas en venta
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