Desde las protestas y movilizaciones en Túnez ha corrido mucha tinta hablando del terremoto de protestas que recorre el norte del continente Africano en el mundo árabe. Lo llamativo de tanta tinta escrita hablando de los detalles de estas revueltas es que no se haya dado una explicación sencilla a esta situación que ahora ha dado un nuevo notición en Egipto.
El caso de Egipto es harto peculiar: un presidente socialdemócrata, ex socio hasta hace pocos días de la Internacional Socialista, presidente del Movimiento de paises no alineados desde el 2009, dictador que ejerce la represión policial, que no confía en su población, corrupto que ha ascendido a generales afines a los altos cargos militares, presidente laico en un pais de 90% de confesión musulmana, presidente que no permite la representatividad electoral de la hermandad islámica, presidente que ha aplicado las medidas que le pide el FMI y presidente sometido a occidente desde la confrontación con Israel en 1973; que se enfrenta a la ira popular para no ceder el control y asegurar una transición democrática pactada en favor de occidente.
http://es.wikipedia.org/wiki/Hosni_Mubarak
La oposición Egipcia ha sabido aprovechar la situación de desempleo y carestía de la vida que afecta, al igual que en el caso de Túnez, a la población. Esta oposición ha sabido facilitar una protesta masiva civil y pacífica en torno al derrocamiento del gobierno de Mubarak. Afortunadamente el ejército está dividido entre los generales ascendidos por el poder gubernamental y los oficiales de un ejército con servicio militar obligatorio lleno de civiles cumpliendo el servicio militar.
Pero qué ha producido la participación masiva ciudadana de distintas facciones, opiniones y religiones.
Al responder esta pregunta es cuando Egipto deja de ser un pais lejano para ser un hermano de circunstancias de tantos paises que sufrimos junto con el resto del mundo las consecuencias de la crisis capitalista.
Veamos una pista apartir de un artículo publicado en una revista de economía:
http://www.americaeconomia.com/politica-s ociedad/politica/revuelta-en-egipto-el-renacer-de-una-tierra-antigua
"Lo que estamos viendo ahora se lleva gestando desde hace 30 años", dice Paul Dyer, profesor de Dubai School of Government y especialista en mano de obra y perfil demográfico de Oriente Medio. "Las estructuras económicas de Oriente Medio no han cambiado mucho desde que se establecieron. Funcionaron bien en los años 60 hasta los años 80 sostenidas por el petróleo. El Estado, básicamente, redistribuía la riqueza." Hoy, añade Dyer, la población más joven "ha crecido creyendo que el empleo público es el mejor de todos. Pero los ideales que en gran medida respaldaba el Estado ya no se pueden satisfacer: generación de empleo, subvenciones, salud pública y educación gratuitas".
El producto interior bruto (PIB) de Egipto, en 2010, se estima en US$500.000 millones (ajustado por la paridad del poder adquisitivo), lo que convierte a su economía en la 27ª mayor del mundo. El PIB de Egipto creció más del 7% en 2008 debido a las reformas iniciadas por Mubarak con el objetivo de atraer a la inversión extranjera. Desafortunadamente, sin embargo, el crecimiento del PIB cayó a cerca de un 5% en 2009 y 2010 como consecuencia de la crisis financiera mundial, según datos de World Factbook de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, según sus siglas en inglés). La tasa de desempleo del país era de cerca de 9,7% en 2010.
La economía egipcia depende sustancialmente del turismo, de otros empleos en el sector servicios y de la agricultura. A diferencia de sus vecinos del Golfo Pérsico, Egipto no es un gran productor de petróleo. El país produjo 680.500 barriles al día en 2009 (es el 29º en el ranking mundial) y tiene reservas comprobadas de modestos 4.300 millones de barriles (el 27º lugar en el ranking).
Con estos simples detalles asoma la gran pista:
“En 1991 se impuso en Egipto un devastador programa del FMI en el momento álgido de la Guerra del Golfo. Se negoció a cambio de la anulación de la multimillonaria deuda militar de Egipto con EE.UU., así como de su participación en la guerra. La desregulación resultante de los precios de los alimentos, la arrolladora privatización y las masivas medidas de austeridad llevaron al empobrecimiento de la población egipcia y a la desestabilización de su economía”. Elogiaron al gobierno de Mubarak como “alumno modelo del FMI”Por lo que encontramos que Egipto es víctima de las fluctuaciones económicas de esta crisis capitalista. Afectado por la crisis alimentaria del 2008, debilitado, desregulado y privatizado por las medidas del FMI, con un 40 % de empleo informal y una inflacción del 16 %.
Dicho esto, Egipto deja de ser un pais extraño para resultar que comparte con la mayoría del mundo capitalista las consecuencias de las medidas impuestas por los mercados, el imperialismo norteamericano y sus organismos financieros: estados débiles, desempleo, desprotección social e inflacción.
¿ Cuánto tardarán en darse cuenta que tras la marcha de Mubarak aún continuará la dictadura del capital ?
¿ Hasta dónde permitirá Occidente la representatividad electoral de la Hermandad musulmana en el gobierno Egipcio ?
En los próximos meses se verá. De momento Mubarak no deja el poder y convoca elecciones para septiembre.
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